PRONIÑO

¿QUE ES PRONIÑO?

Proniño es un programa de acción social de Telefónica gestionado desde el año 2005 por Fundación Telefónica junto con las operadoras locales de Telefónica en 13 países de América Latina -Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela.
En la actualidad, es la principal iniciativa desarrollada por una empresa privada para contribuir a la erradicación del trabajo infantil que vulnera los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
El programa está alineado a las metas regionales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que buscan erradicar las peores formas de trabajo infantil antes de 2015, y de todo trabajo infantil antes del 2020.



Cinco principios que definen el modelo de intervención del programa Proniño

* La erradicación del trabajo infantil supone el “retiro sostenible” del niño, niña y adolescente trabajador de su situación de explotación laboral.

* La intervención social que se realiza está enfocada a los derechos de la infancia. Si el trabajo infantil vulnera los derechos reconocidos en la Convención Internacional, de lo que se trata es de contribuir a establecer procesos sostenibles que restituyan todos los derechos del niño trabajador, lo que requiere de una visión integral tanto del niño como de su entorno.

* Debe haber una co-responsabilidad entre todos los agentes sociales implicados en el proceso de transformación social, incluyendo a los propios niños, niñas y adolescentes trabajadores, como condición indispensable de sostenibilidad de los cambios logrados.

* Las intervenciones sociales se tienen que realizar en red, es decir, es necesaria la articulación de procesos de cooperación entre todos los agentes sociales e institucionales, públicos y privados, que deben comprometerse en la protección de la infancia.

* Desde nuestra perspectiva de agente privado, impulsar procesos creativos de cooperación público-privada en donde ambas partes –desde sus capacidades y roles sociales- aporten buenas prácticas que contribuyan a desarrollar experiencias exitosas de colaboración social, preservando siempre los ámbitos competenciales del Estado y la Políticas Públicas.